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143 horas. Ese fueron el numero de horas que pasé sin electricidad después de que el huracán Irma azotó la parte central de la Florida. Pero teníamos un generador y podíamos ir a la gasolinera cuando necesitábamos gasolina. También teníamos suficiente agua, comida y medicamentos. La comunicación durante las primeras 48 horas era esporádica y pude hablar muy poco con mis seres queridos para asegurarme que todos estaban bien. No fue fácil, pero sabía que la ayuda estaba cerca si la necesitábamos y que a mi hija no le iba a faltar las necesidades básicas.

Pero este no es el caso de nuestros compatriotas estadounidenses que viven en Puerto Rico y en las Islas Vírgenes de EE.UU. después del huracán María. Muchos de ellos no han tenido electricidad, comida, agua limpia o albergue seguro desde el huracán y esto nos parte el corazón. 

Necesitan nuestras voces para obtener ayuda. Ahora. Inmediatamente. No hay tiempo que perder.

*¡Oprime aquí para solicitar al Congreso que apruebe fondos de emergencia para las víctimas del huracán María en Puerto Rico y en las Islas Vírgenes de EE.UU. y que concedan una excepción a la Ley Jones!

(Para aclarar, ya que el asunto ha sido objeto de debate en los medios sociales: los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses)

Esta situación es grave. Casi una semana después del huracán María, estos estadounidenses están viviendo lo que ha sido descrito como una verdadera crisis humanitaria en Puerto Rico y en las Islas Vírgenes de EE.UU. El huracán María tocó tierra dos semanas después que el huracán Irma, destrozando el centro de Puerto Rico, dejando a toda la isla sin electricidad, agua, carreteras y otras infraestructuras y ha cobrado la vida de 16 personas, aunque se espera que esta cifra aumente.

La asistencia para Puerto Rico debe provenir de muchas fuentes, no solo de los recursos de emergencia de FEMA. A diferencia de las Islas Vírgenes de EE.UU., Puerto Rico no está exento de la Ley Jones de 1920 que limita el transporte entre los puertos de EE.UU. únicamente a los navíos con bandera estadounidense. El presidente Trump rechazó la solicitud de conceder una excepción a la Ley Jones para poder facilitar la llegada de muy necesarios recursos y suministros a Puerto Rico. Estas excepciones fueron aprobadas en el pasado tan recientemente como durante los huracanas Harvey e Irma. Esta negación obstaculiza el envío de recursos no solo desde tierra firme sino también desde otros países que quieren ayudar. ¡Esto es increíblemente cruel!

Al ver a las víctimas del huracán María cruzando con dificultad las áreas inundadas para tratar de llegar a un lugar seguro, luchando por su supervivencia y sin electricidad o albergue, se nos parte el corazón y buscamos formas de ayudar. Bueno, esta es una forma importante: asegurar que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) tenga los fondos adecuados para que la ayuda llegue a Puerto Rico y a las Islas Vírgenes de EE.UU. rápidamente. Ayuda como equipos de búsqueda y rescate, voluntarios que puedan proveer asistencia básica y atención médica, expertos que puedan ayudar a evaluar los daños y proveer albergue a quienes han perdido su hogar y expertos que puedan ayudar a millones de personas que no tienen electricidad.

La región del golfo de nuestro país no estaba preparada para el huracán Harvey en Texas y nuestros ciudadanos estadounidenses verdaderamente no estaban preparados para la devastación causada por el huracán María en Puerto Rico y en las Islas Vírgenes de EE.UU. St. Croix, St. John y St. Thomas. Tras el huracán Harvey, los legisladores asignaron $15.25 billones en fondos de emergencia, pero esto fue antes de que los huracanes Irma y María tocaran tierra – esto no es suficiente para financiar los esfuerzos de rescate y recuperación que son tan necesarios en estos momentos.

Un informe de la firma de simulacros de catástrofes, AIR Worldwide, calcula que el huracán María puede ocasionar hasta $85 billones en pérdidas, la mayoría de ellas en Puerto Rico.

Cualquiera que haya encendido la televisión en días recientes sabe que esta es una situación de emergencia y que las familias de Puerto Rico y de las Islas Vírgenes de EE.UU. necesitan una respuesta de emergencia concreta. La sustancial infusión de fondos federales es muy necesaria para traer equipos de emergencia adicionales, iniciar los esfuerzos de limpieza, reparar la infraestructura de los hospitales, hogares, escuelas y comercios afectados, proveer asistencia a las familias desplazadas, ayudar a quienes han perdido su hogar y su sustento, proveer asistencia médica y nutricional a los necesitados y mucho más.

Pero, aunque los fondos federales para asistencia en casos de desastre deben aumentar de inmediato, esto no puede ser hecho a costa de otros programas que apoyan los servicios médicos, nutrición, vivienda, educación y bienestar de nuestras familias. Bajo la ley actual, los fondos de emergencia no están incluidos en los límites presupuestarios existentes y el Congreso debe respetar la ley para asegurar una respuesta inmediata y efectiva sin perjudicar a nadie. ¡Deben conceder de inmediato una excepción a la Ley Jones!

El Congreso de EE. UU. está discutiendo el presupuesto federal. Los líderes republicadnos quieren aprobar un presupuesto federal que reduzca el tamaño del gobierno reduciendo los programas gubernamentales. En su versión del presupuesto, el presidente Trump propuso significativos recortes a los programas de asistencia en caso de desastres. Como vemos con el huracán María, FEMA es crucial para los esfuerzos de ayuda en momentos de necesidad, ofreciendo asistencia y apoyo y mitigando el efecto del desastre para las familias y comunidades estadounidenses.

 Juntos somos una poderosa voz para asegurar que los recursos estén disponibles para ayudar a las familias y comunidades afectadas por este desastre nacional.

 


Las opiniones expresadas en estos blogs no son necesariamente representativas de las posturas en las políticas de MamásConPoder ni en campañas activas.