Soy una educadora de temprana edad y madre – y quiero que todo padre sepa esto
Como una madre de tres y una educadora de temprana edad, he visto el poder del aprendizaje temprana de alta calidad de ambos perspectivas. Me he convertido a una defensora, creyente, y activista de la educación de temprana edad no solo por lo que veo en mi clase, pero también de lo que veo en casa.
En mi clase, veo lo rápido que aprenden los niños, y veo el entusiasmo que tienen a explorar su alrededor, como interacciones sencillos con otros niños y sus maestras puede iniciar una experiencia de aprendizaje significativo
En casa, he visto mi hija mayor batallar a igualarse a sus compañeros quienes tuvieron la oportunidad de aprovechar de una educación de temprana edad y PreK. He visto mi hijo, que pudo obtener el Prek gratuito, entrar al kínder más preparado, y sobre salir en una manera que temo siempre estará fuera del alcance de mi hija. Veo mi hijo, de dos años, pasar sus días en un centro de alta calidad de educación de temprana edad, quien pronto pasará a PreK y sé que lo estoy preparando para el éxito.
Tres niños, tres trayectorias académicas- y las diferencias son obvios. Si no fuera por mi trabajo como una educadora de temprana edad, pienso que mis hijos estarán en lo mismo de mi hija mayor. Cuando ella era bebe, fui como muchos padres que conozco. No sabía el valor de una educación de temprana edad o como se compara a niñerías informales. De hecho, siendo un hablante nativo de español, una barrera enorme en ese tiempo fue el idioma, que afecto bastante como pude obtener acceso a recursos. No sabía sobre el PreK gratuito en Nuevo México. Hice mucho dinero como para calificar a los subsidios del estado, pero no lo suficiente para alcanzar los costos de una educación de temprana edad de alta calidad.
Mi perspectiva ha cambiado desde entonces, en gran parte por el cambio de mi profesión. Empecé trabajando en educación de temprana edad; me involucré a Educadores de Temprana Edad de Nuevo México; y regrese a la escuela para aprender más sobre el desarrollo de temprana edad. Lastimosamente, la mayoría de padres no tienen ese conocimiento como yo. La mayoría de padres ni saben que la educación empiece al nacimiento no a los 5 años, o que hay PreK gratuito a muchas familias pero solo si tienen la información adecuada.
Trabajando en educación de temprana edad abrió mis ojos, pero me da pena decir que no ha cambiado mi situación económica. Aun no gano lo suficiente para pagar todo lo que cuesta tener un hijo en un centro como la mía. De hecho, es solo porque los directores me dan un descuento que me permite tener a mi hijo en el centro educativo de temprana edad donde trabajo.
Cuando pienso sobre el crisis de acceso a educación de temprana edad, me doy cuenta que existe dos lados de la moneda – en este sistema, padres ni maestras pueden sobre salir, y lastimosamente son los niños quienes sufren más cuando pierden la oportunidad a tener una educación de alta calidad de temprana edad. Por esa razón me uní a Educadoras de Temprana Edad Unidas, y también por lo cual me convertí a una defensora de cambio, para cambiar como este país apoya a los niños desde nacimiento hasta la edad escolar y a sus padres. Podemos mejorar, y tenemos que mejorar, para nuestros hijos y para nuestro futuro.
Las opiniones expresadas en estos blogs no son necesariamente representativas de las posturas en las políticas de MamásConPoder ni en campañas activas.